POLIPOSIS COLONICA
Enfermedad frecuente, sobre todo con el avance de los años, que encuentra una particular ayuda diagnóstica y terapéutica en la colonoscopia y la videocolonoscopia.
CLASIFICACION DE LOS POLIPOS COLONICOS
Según sus características morfológicas
1. Sésiles
2. Pediculados
Según sus características histológicas
1. Neoplásicos
a) Benignos: Adenoma velloso - Adenoma tubular -
Adenoma tubulovelloso
b) Malignos: Adenoma con degeneración carcinomatosa
2. No neoplásicos
a) Hiperplásicos
b) Inflamatorios
La sintomatología de los pólipos neoplásicos -incluso los benignos- depende en parte de su erosión, generando la pérdida de diversa cantidad de sangre, y de la producción de mucus que, en el caso de los vellosos situados en el recto, alcanzan cifras importantes,
expoliando potasio, uno de sus componentes más elevados. Este tipo de adenoma, cuando alcanza un tamaño considerable en personas habitualmente senescentes, pueden ocasionar tenesmo y la consabida eliminación de moco y sangre.
La radiografía de colon por enema, con la técnica de doble contraste, los pone en evidencia aunque es indispensable la colonoscopia y la videocolonoscopia con el fin de detectar con exactitud si son sésiles o pediculados (a veces quedan dudas), observar su aspecto macroscópico, obtener una biopsia o, directamente, extirparlos. En caso contrario, si está invadida la muscularis mucosae, se hace necesaria la colectomía segmentaria. Los pacientes afectados por poliposis colónica deben ser examinados con cierta periodicidad (una vez por año) para controlar la reiteración de los mismos.
Entre los pólipos no neoplásicos merecen destacarse los hiperplásicos, hallazgo de autopsias de personas ancianas, en mayor cantidad en recto y sigmoide, que corresponden a criptas elongadas y no tienen significado patológico, aunque para algunos autores puedan malignizarse. Los pólipos inflamatorios, como su nombre lo indica, aparecen junto con el proceso regenerativo posinfeccioso exuberante.
Nos resta señalar algunos tipos hereditarios de poliposis colónica. Nos ocuparemos solamente de:
1. Poliposis familiar colónica (adenomatosa). Es de herencia autosómica dominante y se caracteriza por la presencia de más de 100 pólipos en el colon. Los síntomas comienzan entre la tercera y cuarta década de la vida y la producen los tres tipos de neoplasias benignas (adenomas velloso, tubular y tubulovelloso). Se pueden extender también por el intestino delgado y el estómago.
El pronóstico de la enfermedad se ensombrece por el elevado número de adenomas y su gran tendencia a la malignización.
2. Síndrome de Gardner. Parecida a la anterior. A la abundante presencia de pólipos adenomatosos gastrointestinales con tendencia a desarrollar carcinomas, se agregan tumores de tejidos blandos y osteomas que pueden localizarse en huesos largos, cráneo, maxilares, etc.
3. Síndrome de Peutz-Jehers. A los pólipos gastrointestinales de tipo hamartomatosos se les asocia la pigmentación melánica de boca, lengua, labios, zonas acras y región perianal. Los pólipos hamartomatosos son abundantes entre la cavidad gástrica y el recto, aunque predominan en el intestino delgado. No tienden a malignizarse (no está indicada la cirugía) pero generan invaginaciones intestinales repetidas en la primera década de la vida, que sí son pasibles de reparación quirúrgica. En más del 50% de los casos no se encuentran antecedentes genéticos.