DATOS DE LABORATORIO

Es la inflamación aguda del páncreas (se distingue de la pancreatitis crónica) que puede tener distintos grados de gravedad, desde la pancreatitis edematosa (a veces consecutiva a afecciones virósicas de la infancia como la fiebre urliana) hasta la denominada pancreatitis necrotizante con la autodigestión de la glándula. Aunque la etiología es muy variada, sobresalen dos causas fundamentales: alcoholismo (agudo y crónico) y litiasis biliar. En el 5 % de los casos la etiología responde a la ingestión de diversos fármacos.
Los síntomas de la pancreatitis aguda son el dolor epigástrico o periumbilical con irradiación al dorso, al hombro izquierdo y a la región infraumbilical; colapso periférico; náuseas y vómitos y distensión abdominal. En esas circunstancias, el paciente adopta una posición antiálgida: flexiona sus muslos y reclina su tronco hacia adelante, adoptando una posición fetal. El médico se encuentra con un enfermo en mal estado general, taquicardia y síndrome febril (con temperatura poco elevada).
El colapso periférico obedece a varias causas: dolor intenso, la liberación de cininas que producen vasodilatación y aumento de la permeabilidad vascular, como así también a las enzimas proteo y lipolíticas volcadas a la circulación general; además, la exudación de proteínas plasmáticas en el retroperitoneo acentúa la hipovolemia.
pancreatitis completa

PANCREATITIS AGUDA

CAUSAS DE PANCREATITIS AGUDA

· Alcoholismo agudo y crónico
· Litiasis coledociana
· Cirugía de las vías biliares
· Cirugía general (p. e. trasplante renal)
· Infecciones (fiebre urliana, hepatitis viral,
Helycobacter, Mycoplasmas, etc.)
· Hiperparatiroidismo
· Hipertrigliceridemia
· Causas vasculares (embolia, isquemia
después de cirugía cardíaca)
· Colagenopatías (angeítis necrotizante,
lupus eritematoso sistémico, etc.)
· Fármacos (sulfamidas, diuréticos tiazídicos,
furosemida, anticonceptivos orales,
tetraciclina, pentamidina, azatioprina, etc.)
· Obstrucción no litiásica de la ampolla de Vater
· Pancreatitis hereditarias

PANCREAS Y SUS RELACIONES

CON LOS DEMAS ORGANOS

Estómago seccionado
Vesícula biliar
Páncreas
Pancreatitis aguda
Hígado
Bazo
Duodeno
Por el laboratorio se constata la sospechada enfermedad por la elevación de la amilasa sérica (más de tres veces la cifra normal) que no establece la gravedad del cuadro y tiende a normalizarse a las 72 horas. La amilasemia puede ser modificada por otras patologías. Otros datos que aporta el laboratorio en la pancreatitis aguda son leucocitosis (15 a 20 mil por ml), hiperglucemia, hipocalcemia (de etiología desconocida), hiperbilirrubinemia (en el 10 % de los casos) e hipertrigliceridemia (en un 15 a 20 % de los casos).
El estudio se completará con ecografía abdominal y tomografía computada.
Es una afección con un elevado número de complicaciones y donde es preciso actuar con rapidez. Se deberá poner el aparato digestivo en reposo (supresión de la alimentación oral, sonda nasogástrica con aspiración), antibioticoterapia, corticoides, bloqueantes H2. Los casos más graves requieren tratamiento quirúrgico.
La simple observación del abdomen puede mostrar una mancha violácea periumbilical (signo de Cullen) ocasionada por el hemoperitoneo y coloraciones que van del morado al verdoso en los flancos (signo de Turner). En la parte superior del abdomen se puede palpar una masa, que hace contacto con el hígado (pseudoquiste pancreático), dolorosa, y fácil de confundir con la glándula mencionada. Un buen número de otras afecciones que originan un cuadro semiológico parecido (colecistitis, cólico biliar, úlcera perforada, neumonía, cetoacidosis diabética, aneurisma de aorta abdominal roto, etc.) obligan a un exhaustivo diagnóstico diferencial.
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Cola del páncreas
Duodeno
Cálculo en
conducto colédoco
Pancreatitis con
vesículas hemorrágicas
Cuerpo
del páncreas
Cabeza
del páncreas
Conducto
pancreático accesorio
Papila de Vater