FISIOLOGIA
Los músculos de la pared anterior del tórax y del abdomen son estructuras que, en la mayoría de los deportes, se hallan expuestas a importantes esfuerzos, como así también a fuertes impactos, producto de la fuerza muscular empleada en el ejercicio y en el tipo de deporte en sí mismo. Las lesiones pueden variar desde una inflamación leve hasta roturas musculares de diferente grado, requiriendo de la participación del profesional médico y de medidas terapéuticas, tales como el reposo y la administración de medicación antiinflamatoria entre otras.
ROTURA DEL PECTORAL MAYOR: El músculo pectoral mayor es, de los músculos de la pared torácica anterior, el que se encuentra proporcionalmente sujeto en mayor medida a lesión de sus inserciones. Cuando este músculo es sometido a cargas pesadas, existe la posibilidad de producirse roturas fibrilares e inclusive de sus inserciones distales. Las roturas fibrilares parciales podrán ser tratadas por intermedio de la orientación médica y el tratamiento farmacológico. Deportes tales como “lucha libre” y “lanzamiento del disco” son, potencialmente, productores de este tipo de lesiones.
INFLAMACION DEL MUSCULO PECTORAL MAYOR: La inflamación del músculo pectoral mayor es típica en deportes en los cuales los impactos son frecuentes, como así también el entrenamiento de fuerza intensivo y el exceso de trabajo del músculo en cuestión. En deportes como el “rugby” y el “fútbol americano”, los impactos constituyen una consecuencia del deporte en sí mismo, asignándose el entrenamiento de fuerza y el trabajo muscular en exceso, a deportes tales como el “remo” y la “natación de competencia”. El reposo y la terapia antiinflamatoria suelen ser suficientes para el restablecimiento del músculo.
HERNIA INGUINAL: Se denomina hernia inguinal a la procidencia o protrusión de contenidos de la cavidad abdominal a través del peritoneo, debido a la debilidad de estructuras que conforman la pared anterior del abdomen. Este tipo de hernia semeja una tumefacción en algún sitio del trayecto que corresponde al conducto inguinal. Determinados esfuerzos como la tos generan un aumento de presión en el área, con la consecuente aparición de la tumefacción y el posible dolor en la zona. El tratamiento de esta lesión es quirúrgico y está destinado a restituir las estructuras intraabdominales a su posición original.