Esta articulación está formada por el extremo inferior del fémur, la rótula y el extremo superior de la tibia. Los meniscos, las estructuras ligamentarias y los cuerpos adiposos permiten la adaptación de las superficies articulares revestidas por cartílago.
En la mayoría de los casos, la etiología más frecuente es el accidente automovilístico con un móvil que se desplaza a elevada velocidad, y en segundo término, las caídas sobre las rodillas flexionadas, debiendo tenerse en cuenta la edad avanzada y el grado de osteoporosis y/o artritis del paciente.
La fuerza aplicada en este segundo caso, no es en general a alta velocidad.
El deporte que con mayor frecuencia se asocia a las fracturas distales del fémur y extremo proximal de la tibia, es el esquí.