Parpado y Conjuntiva

Blefaritis

La blefaritis es una inflamación frecuente, crónica y bilateral del borde libre de los párpados. Los síntomas, más intensos por la mañana, se caracterizan por irritación, ardor y comezón de los párpados. Puede tener su inicio en la infancia y, de no instituirse tratamiento adecuado, acompañar al paciente a lo largo de su vida.

 

Blefaritis ulcerosa estafilocócica

Se observa el borde palpebral enrojecido y cubierto de costras alrededor de la base de las pestañas, y pequeñas úlceras sangrantes donde han sido desprendidas las costras.

Blefaritis estafilocócica crónica

Se aprecian los bordes palpebrales engrosados e irregulares, madarosis (pérdida de las pestañas) y triquiasis (inversión de las pestañas). A nivel del tercio inferior de la córnea se observa compromiso de la misma por hipersensibilidad a las exotoxinas estafilocócicas.

Blefaritis seborreica

El paciente se presenta con pestañas grasosas que se adhieren entre sí, y escamas blandas unidas a las mismas. Es una afección debida a exceso de secreción de lípidos por parte de las glándulas palpebrales, relacionada con la presencia de un hongo, el Pityrosporum ovale. En los hombres se asocia a dermatitis seborreica.

Orzuelo

Es la tumefacción dolorosa del párpado debida a una infección aguda causada generalmente por Staphylococcus aureus. Cuando involucra a las glándulas de Zeis y de Moll se llama orzuelo externo, y cuando compromete a las glándulas de Meibomio, orzuelo interno. En esta imagen se destaca el aspecto inflamatorio del párpado superior, evidenciándose el foco infeccioso en el borde palpebral.

Chalazion

Es una inflamación granulomatosa crónica de las glándulas de Meibomio, debida a la obstrucción del conducto glandular. Cuando son de gran tamaño y producen deformidad del párpado, requieren tratamiento quirúrgico.