La matriz orgánica representa el 30-40 % y las sales minerales el 60-70 % del peso seco. El contenido acuoso de la matriz del hueso maduro es de aproximadamente el 20 %. El principal componente orgánico del hueso es el colágeno de tipo I, que constituye el 90-95 % de la matriz orgánica. Componentes iónicos importantes de la matriz ósea son: calcio, fosfato, magnesio, carbonato, fluoruros, citrato y cloruros. El componente cristalino más importante del hueso es la hidroxiapatita. El hueso es remodelado por los osteoclastos y los osteoblastos en un ciclo de actividad que dura entre 3 y 6 meses.
Existen tres tipos principales de células óseas: osteoblastos, osteoclastos y osteocitos.
Osteoblastos.
Células muy diferenciadas que son las responsables del depósito de la matriz
extracelular y su mineralización. Presentan una estructura celular que incluye un gran
retículo endoplásmico, complejo de Golgi y características celulares relacionadas con
su papel de síntesis de proteínas y de células secretoras. Participan activamente en la
formación de hueso.
Osteoclastos.
Responsables de la resorción de hueso calcificado y de cartílago, están formados por la
fusión de precursores mononucleares. Las células muestran polaridad, ocurriendo la
resorción a lo largo del borde rugoso que está situado a nivel de la superficie ósea.
Osteocitos
Se trata de osteoblastos que permanecen por detrás en lagunas a medida que avanza la
superficie formadora de hueso. Estas células se comunican entre sí a través de procesos
citoplasmáticos que atraviesan los canalículos óseos, que pueden ser de ayuda para
coordinar la respuesta del hueso a las fuerzas o a la deformación.