ETIOPATOGENIA DEL INFARTO DE MIOCARDIO
En la mayoría de los casos, el infarto de miocardio se debe a la aterosclerosis de las arterias coronarias. Otras causas pueden ser las embolias y las anomalías congénitas. Los estrechamientos de la luz (estenosis) de las arterias coronarias se forman a través de un proceso denominado aterogénesis, que consiste en el depósito de células, de tejido conectivo y de lípidos, tanto intracelulares como extracelulares, compuestos por colesterol, ésteres de colesterol, triglicéridos y fosfolípidos. Este depósito se realiza excéntricamente, formando la placa de ateroma que se calcifica con frecuencia, o bien hemorragia de los pequeños vasos que crecen dentro de la lesión. El aumento lento y progresivo de la placa va obstruyendo la luz intraarterial, lo que impide el paso de la sangre o crea turbulencias del flujo. De forma aguda, la obstrucción total puede deberse a la formación de un trombo en la superficie irregular de la placa ateromatosa, a la hemorragia en su interior, al desprendimiento de una placa o al espasmo arterial en una zona de por sí comprometida.
(Síntesis de la Quick Reference Guide for Clinicians Nº17 de la Agency for Health Care Policy and Research de USA.)
Fase 1: Intrahospitalaria: puede comenzar a las 24/48 horas del evento que motivó el ingreso. La educación, dieta, abandono del tabaquismo y control de otros factores de riesgo puede iniciarse rápidamente seguidos por ejercicios aeróbicos supervisados de acuerdo con el tipo de patología.
Fase 2: Ambulatoria: procedimientos diagnósticos que permiten determinar el tipo de programa que se adapta mejor al paciente. El eco-estrés digital se considera la herramienta más adecuada para las evaluaciones no invasivas. También debe evaluarse la reactividad al estrés mental, estimulando la autoestima. La fase 2 dura pocos días para los pacientes post IAM o post angioplastia, extendiéndose a 4/5 semanas para los operados.
Fase 3: puede subdividirse en 3 partes:
3a) entrenamiento supervisado con monitoreo ECG con una duración de 8 a 12 semanas para pacientes con IAM complicado, con IC o arritmias complejas.
3b) entrenamiento supervisado sin monitoreo para pacientes post IAM o post ATC no complicados. Esta fase no tiene límite de tiempo.
3c) combinación supervisada/no supervisada. Para evaluaciones periódicas de adherencia al ejercicio, tolerancia y control de eventos. Puede usarse en seguimientos a largo plazo.