Cuando los niveles de hormonas tiroideas circulantes se encuentran dentro de valores fisiológicos normales, y por lo tanto el funcionamiento de la glándula tiroides también es normal, estaremos en condiciones de hablar de un eutiroidismo.
En el hipotiroidismo primario, los niveles disminuidos de hormonas tiroideas se deben a un estado de hipofunción de la propia glándula tiroides, respondiendo la glándula hipófisis con elevados niveles de tirotrofina (TSH) circulantes.
El hipotiroidismo secundario o hipotiroidismo hipofisario, se caracteriza por una secreción insuficiente de tirotrofina (TSH) por parte de la glándula hipófisis, lo que determina bajos niveles de TSH en circulación, y por lo tanto, un ineficaz estímulo para la función normal de la glándula tiroides.
El hipotiroidismo terciario o hipotiroidismo hipotalámico, cursa con bajos niveles de hormonas tiroideas en circulación, no debiéndose la causa a una disfunción de la glándula tiroides ni de la hipófisis, sino a un defecto a nivel del hipotálamo para la producción normal de TRH o factor que estimula la liberación de TSH. De los defectos a nivel del eje hipotálamo-hipófiso-tiroideo, éste es el de menor frecuencia.