Esofagitis es un término atribuido a la inflamación del esófago, órgano del tubo gastrointestinal que se comunica en su parte superior con la faringe y en su parte inferior con el estómago. La esofagitis puede producirse en forma aguda, por una gran variedad de causas, siendo una de ellas la ingestión de sustancias cáusticas. La forma crónica podría ser una secuela de la aguda, representando con mayor frecuencia una reacción inflamatoria de la mucosa esofágica.
En la lámina se puede apreciar, en forma más detallada, la localización que ocupa el esófago en la cavidad torácica y su ingreso a la cavidad abdominal a través del diafragma, músculo que participa en la mecánica de la respiración. Es de destacar la posición retrocardíaca, de importancia en determinadas afecciones de la aurícula izquierda que se manifiestan muchas veces con signos y síntomas a nivel del esófago.
La esofagitis por reflujo se debe a la regurgitación del jugo gástrico con pepsina, el que a través de un período prolongado lesiona la mucosa del esófago, siendo frecuente la producción de lesiones erosivas y úlceras. Esta afección se caracteriza por una inflamación difusa del esófago distal, que puede cursar juntamente con úlcera gástrica o duodenal, o hernia deslizante. En esta imagen se observa una hernia hiatal de reducido tamaño.
Los pacientes con hernia hiatal, patología por la cual parte del estómago penetra en la cavidad torácica, no refieren complicaciones y al examen clínico no presentan síntomas, no significando por ello que no exista un proceso inflamatorio a nivel del esófago. Tal es así que, en ciertos casos de hernia hiatal, la inflamación de la mucosa esofágica revela un proceso inflamatorio localizado en la parte inferior del esófago, pudiéndose inclusive presentar algún tipo de ulceración. Obsérvese una importante parte de la mucosa gástrica por encima del diafragma, penetrando en la cavidad torácica. Se aprecia un estado inflamatorio de la mucosa esofágica y una úlcera.
Algunas veces, la mucosa esofágica puede estar tapizada por dentro con epitelio de tipo gástrico en lugar de esofágico, encontrándose en continuidad con la mucosa del estómago. Esto determina que en la parte inferior del esófago pueda desarrollarse una úlcera péptica de borde circular y saliente, que se extiende a capas más profundas, pudiendo llegar inclusive a hemorragia y perforación. En otras oportunidades, la imagen radiográfica puede sugerir una lesión ulcerosa grande, localizada en un punto alto con una estenosis distal y por encima de la hernia hiatal, la cual se origina en una zona de mucosa esofágica cubierta por mucosa gástrica, recibiendo el nombre de úlcera de Barrett.
El esófago corto es una anomalía congénita en la cual parte del estómago se halla por encima del diafragma, no representando una hernia verdadera. Una porción de la parte superior del estómago se encuentra en la cavidad torácica como suspendida a causa que el extremo inferior del esófago es demasiado corto. De los diferentes tipos de hernia diafragmática, la hernia deslizante es la observada con mayor frecuencia, siendo las mujeres en edad madura el grupo etario más afectado. Ambas patologías suelen ser asintomáticas, aunque en el caso de la hernia deslizante, puede producirse una esofagitis por reflujo de contenido gástrico, repercutiendo de alguna manera sobre el estado de bienestar físico del paciente.
En los últimos meses del embarazo, el aumento considerable del tamaño del útero presiona al estómago contra el diafragma, determinando que parte del contenido gástrico refluya hacia el esófago, causando la sensación de ardor característica. Luego del parto, los órganos de la cavidad abdominal retornan a su posición original, desapareciendo la sintomatología mencionada.