Todas las personas experimentamos dolor. Se trata de uno de los síntomas más frecuentes y difíciles de tratar. Esta sensación es debida a las señales que emiten las terminales nerviosas para el dolor, denominadas nociceptores, y que viajan a través de los nervios periféricos que recorren el cuerpo hacia el sistema nervioso central, el cerebro y la médula espinal. Se reúnen en el cuerno posterior medular, una región que actúa clasificando los mensajes del dolor. Las señales se transmiten al tálamo y la corteza cerebral, donde la sensación se hace consciente. El procesamiento psico-físico puede variar según la personalidad, el estado de ánimo y la educación. El dolor provoca también reacciones vegetativas, como la taquicardia, el aumento de la presión arterial, la sudoración y el aumento de la frecuencia respiratoria. El dolor es considerado hoy como una parte del sistema protector, advirtiendo oportunamente al organismo acerca de estímulos nocivos externos.
DOLOR AGUDO
El dolor inmediato, agudo o epicrítico proviene de la lesión tisular, aunque también puede desencadenarse por una disfunción orgánica o una enfermedad. Los nociceptores de las terminaciones nerviosas sensitivas perciben la lesión y, en respuesta, liberan neurotransmisores que viajan por fibras de conducción rápida A delta (A) hacia la médula espinal, y hacen sinapsis en las láminas I y V del cuerno posterior con la segunda neurona y llegando al tálamo lateral, donde la tercera neurona se proyecta hacia la cisura poscentral de la corteza cerebral. Incremento de secreción de las glándulas sudoríparas y de la tensión muscular. Puede haber aumento de la presión sanguínea, dilatación de las pupilas e intensificación de la frecuencia respiratoria.
DOLOR CRONICO
Las señales de dolor persistente ingresan a la raíz posterior de la médula por fibras C de conducción lenta y se interconectan en la lámina II con neuronas que llegan hasta el tálamo medial, donde se producen conexiones con regiones cerebrales que modulan el afecto y el comportamiento, así como con la corteza de la cisura poscentral. Si continúa persistiendo el dolor, todo el sistema nervioso puede programarse de nuevo para crear un umbral doloroso más bajo. Los estados de dolor crónico, sobre todo las enfermedades del aparato locomotor, muestran un cuadro multiforme de síntomas que pueden dificultar el diagnóstico. Hay trastornos del sueño, falta de apetito, pérdida de contacto con el medio, falta de concentración, ensimismamiento e irritabilidad.
Provocados por patologías dentarias, gingivitis, alveolitis, pulpitis y conductopatías. La aferencia del dolor generado en las piezas dentarias se conduce a través del nervio trigémino.
Como la dismenorrea, la anexitis, la enfermedad inflamatoria pélvica. A partir del útero se puede transmitir dolor aferente, tanto visceral como parietal. Los dolores en la parte baja del abdomen son mediados a través de aferencias simpáticas.
Acompañan a la artritis, fiebre reumática, artrosis, fibrositis, polimialgia reumática y gota. Dolores vagos, que pueden también limitar el movimiento y se acompañan de signos de flogosis.