El estudio de la artrosis forma parte de una de las áreas dentro de lo que normalmente se conoce como reumatismo. La artrosis define al deterioro progresivo del cartílago articular y otras alteraciones que se producen en los tejidos circundantes a consecuencia de la lesión original. Si bien todas las estructuras articulares pueden estar afectadas, los cambios anatómicos se localizan principalmente en el cartílago articular y el hueso yuxtaarticular.
La cápsula articular puede ser dividida en dos partes: la capa fibrosa y la membrana sinovial. La capa fibrosa está constituida por una trama de tejido conjuntivo colágeno rígido y tiene, principalmente, una función mecánica. Del lado de la cavidad articular se halla la membrana sinovial, formada por tejido conjuntivo laxo. La cápsula articular es una zona ricamente irrigada e inervada, y diferentes sustancias garantizan, a dicho nivel, la presencia de una película lubricante continua entre las superficies articulares, cubriendo en la articulación normal toda la superficie del cartílago.
A pesar que la artrosis es la más común de las enfermedades reumáticas, su patogénesis no está perfectamente aclarada. Podría ser una afección secundaria a otras enfermedades que causan el deterioro y la deformidad articular, o bien ser originada por repetidos traumas articulares. Es sabido que su incidencia se incrementa con el avance de la edad, y que la patología difiere de aquellas productoras de otras enfermedades reumáticas inflamatorias, como por ejemplo la artritis reumatoidea.
ARTROSIS CERVICAL
La artrosis de la columna cervical se manifiesta por dolor en la parte posterior del cuello e irradiación hacia los hombros. En esta imagen se aprecia la presencia de osteofitos y el pinzamiento de los discos intervertebrales. Cuando los osteofitos son muy marcados, pueden afectar partes blandas próximas a la columna cervical, como por ejemplo el esófago.
ARTROSIS DORSAL
El paciente que tiene artrosis de la columna dorsal raramente se queja de dolencias a dicho nivel. Es por ello que los signos radiológicos de artrosis de la columna dorsal son, en general, un hallazgo ocasional a partir de estudios solicitados por supuestas afecciones diferentes a la artrosis.
ARTROSIS LUMBAR
La columna lumbar soporta el peso de una significativa parte del cuerpo. Cuando dicho peso se traslada a vértebras que sufren procesos artrósicos se producen diferentes manifestaciones, tanto clínicas como radiológicas. Entre los rasgos clínicos son de importancia el dolor y, en estadios avanzados, la escoliosis resultante del progresivo deterioro óseo y articular. Desde el punto de vista radiológico son característicos los osteofitos, la disminución de los espacios intervertebrales, el pinzamiento del disco intervertebral y otros.
Mano
La artrosis de la mano suele afectar las articulaciones interfalángicas distales, las interfalángicas proximales y la primera carpometacarpiana. Los nódulos de Heberden son formaciones abultadas de tipo cartilaginoso y de tamaño reducido, situadas en el lado dorsal de las interfalángicas distales. En general, se hallan presentes en ambas manos. Por su parte, los nódulos de Bouchard son menos numerosos y se localizan en las articulaciones interfalángicas proximales y a menudo superan el tamaño de los nódulos de Heberden.
ARTROSIS DE CODO Y HOMBRO
El hombro y el codo son articulaciones que si bien pueden sufrir los procesos de la artrosis, se hallan afectadas con menor frecuencia.
ARTROSIS DE LA CADERA
Entre los signos radiológicos podemos citar los osteofitos en la cabeza femoral y en el acetábulo del hueso ilíaco, concavidad que sirve de apoyo para la cabeza del fémur, y la formación de quistes óseos. En los pacientes de edad avanzada, en los cuales no resulta infrecuente el compromiso de esta articulación, la deambulación se halla dificultada requiriendo con frecuencia un medio de apoyo, como por ejemplo un bastón.
La sintomatología de la artrosis se inicia en forma gradual a modo de dolor de tipo mecánico, profundo y escasamente limitado, más importante durante el reposo, y que tiende a aliviar con el movimiento. A medida que transcurren los años, el dolor aparenta aumentar en intensidad, aunque en algunos pacientes puede disminuir o desaparecer por períodos más o menos prolongados. En ciertos casos, el proceso inflamatorio de las articulaciones resulta evidente.
ARTROSIS DE LA RODILLA
La rodilla es una articulación también expuesta a la progresión de la artrosis. Al igual que en otras articulaciones del cuerpo, se produce adelgazamiento del cartílago articular, haciéndose la superficie articular rugosa, apareciendo luego lesiones ulcerosas del cartílago, pudiendo éste desaparecer en forma parcial o total. La movilidad de la rodilla suele ser muy dolorosa, principalmente en los estadios avanzados de la afección.
ARTROSIS DEL PIE
La anatomía del pie comprende un importante número de huesos y articulaciones. A nivel del tobillo, y debido al peso ejercido sobre dicha articulación, se produce una significativa disminución de la interlínea articular y el desarrollo de osteofitos.
Con respecto a las articulaciones interfalángicas suelen observarse, radiológicamente, osteofitos gigantes a nivel del 1er. dedo o dedo gordo. Puede producirse la desaparición casi total de la interlínea articular entre la base del primer metatarsiano y la cabeza de la primera falange del dedo gordo.